"Eso que hemos visto y oído os lo anunciamos, para que estéis en comunión con nosotros y nuestra comunión es con el Padre y con su Hijo Jesucristo. Os escribimos esto, para que nuestro gozo sea completo".
San Juan puede escribir esto porque, después de la Venida del Espíritu Santo, aquello que vieron en el sepulcro les permitió creer, y, luego las apariciones de Jesús resucitado les permitieron reforzar lo que Él les había dicho. Ver a Jesús Resucitado y escuchar sus Palabras les permitió reforzar la confianza en Él. Y, la Venida del Espíritu Santo los fortaleció en el seguimiento de Jesús y, sobre todo, en la misión que el Señor les había encomendado al ascender a los Cielos: "Id por todo el mundo y anunciad el Evangelio".
Nosotros no hemos visto ni oído como lo hicieron los apóstoles, pero, como ellos, creemos en Jesús Resucitado, vivo y presente en la Eucaristía, que nos habla por medio de Su Palabra y que permanece con nosotros hasta el final de los tiempos. Y lo creemos porque hemos recibido el Don de la Fe en el bautismo, un Don que es Gracia y tarea para todos los que formamos la Iglesia a partir de ese momento.
Gracia porque el Espíritu Santo habita en nosotros con todos sus Dones y nos fortalece, nos anima, y nos instruye en las Verddades de la Fe, para que podamos seguir creciendo y madurando en la Fe Bautismal.
Tarea porque en el momento en que el Espíritu desciendo en nosotros, como lo hizo con los apóstoles en Pentecostés, somos enviados, como ellos, a anunciar la Buena Noticia a todos los hombres. Algunos lo hacen con palabras, otros con la vida, pero todos somos discípulos y apóstoles del Señor, para que Su Noticia llegue hasta los confines de la tierra.
Hoy, en esta fiesta de San Juan evangelista, tamibén tenemos que recordar los cosas que él nos enseña: estar tan cerca del Señor que podemos llegar a escuchar el sonido de su corazón, sí, el recostar nuestra cabeza en Su Corazón para estar siempre en unión con Él, para escucharlo, para seguir amándolo toda la vida. Y, por supuesto, abrazar con mucho amor a la Madre que es también nuestra Maestra y Guía en el camino de la Fe, para que así como lo hizo san Juan, tamibén podamos recibirla en nuestra casa y estar siempre con Ella para aprender de Su Fidelidad a la Voluntad de Dios.
martes, 27 de diciembre de 2022
Discípulos y apóstoles
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