miércoles, 26 de febrero de 2020

Nuestro camino de convesión

"Y como cooperadores suyos, os exhortamos a no echar en saco roto la gracia de Dios. Pues dice:
«En tiempo favorable te escuché, en el día de la salvación te ayudé».
Pues mirad: ahora es tiempo favorable, ahora es el día de la salvación".
Así le decía san Pablo a los Corintios, y hoy, al comenzar la Cuaresma, también nos lo dice a nosotros. Y no nos lo dice por obligación, sino que nos lo dice para que lo tengamos en cuenta porque este es un tiempo favorable para nuestra conversión, para que, por medio de un gesto tan simple y sencillo, como es la imposición de las cenizas, demos comienzo a un gran cambio en nuestra vida.
Sabemos que el Señor siempre nos escucha, aunque, muchas veces, pensemos que se hace le sordo a nuestras peticiones, pero, en verdad, siempre nos escucha e intenta llenarnos de sus Gracias para que podamos alcanzar la Vida tan deseada, pero no por el camino que nosotros queremos, sino por el Camino de Su Voluntad.
Y ahí está lo que hoy comenzamos a vivir, un encuentro vivo y real con el Señor, para que, liberándonos de nuestros pecados podamos ver con claridad cuál es Su Voluntad, y con su Gracia poder vivirla. De nada sirve hacer los sacrificios y oraciones propios de la Cuaresma si no tengo un deseo claro de encontrar caminos de santidad, de santificación para mi vida.
¿Para qué hacer sacrificios de conversión si no tengo nada que convertir? Es como querer ir al médico y decirle que estoy sano, que no necesito nada de él. Entonces ¿de qué me tengo que convertir? ¿Qué cosas hay en mi vida que no están de acuerdo a la Voluntad de Dios? Para eso tendría que volver a leer las lecturas del domingo pasado, donde el Señor nos invitaba a dejar de lado los pensamientos y la sabiduría del mundo y buscar la Sabiduría que viene de Dios, no dejarnos inundar de las "bondades" del mundo, sino de la Gracia de Dios.
A veces, hay gente que viene a confesarse y te dice: "pregúnteme usted padre, porque yo no sé si tengo pecado", y yo le digo: "mire, hay millones de pecados que podemos cometer, tendría que estar toda la semana haciendo preguntas". Y es porque no tenemos conciencia de pecado, o, mejor dicho, es porque no nos hemos formado la conciencia para saber qué es lo que estoy haciendo en contra de la Voluntad de Dios, y qué es lo que estoy haciendo a favor de la voluntad del mundo.
Por eso, el Señor, nos envía a buscar en Su Palabra la respuesta a nuestras preguntas, y con Su Palabra nos ayuda a discernir lo que es Su Voluntad y lo que es la voluntad del mundo. Hoy, es un día especial que nos invita a volver nuestra mirada hacia la Palabra de Dios, que sea Ella la que ilumine, con la Luz del Espíritu, nuestra vida y nos ayude a descubrir nuestro camino de conversión.

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